Día internacional de la mujer y parece que los
discursos se vuelven cíclicos, las mismas felicitaciones a la mujer hermosa,
luchona, trabajadora, a la que también es padre y a la que Dios bendijo con hijos,
a la inteligente y trabajadora; también los mismos discursos de quienes no comulgan
con la idea de embellecerla y debilitarla, los de quienes se resisten a expresar argumentos llenos de
micromachismos, tal vez lo difícil sea encontrar el punto medio.
Y es que, si este día se tiene que conmemorar la lucha
de la mujer por la igualdad de sus derechos podemos decir que hemos avanzado
pero aún no hemos llegado a la meta.
No hemos llegado a la meta mientras salgamos a la calle y veamos aún mujeres luchando por tener las mismas oportunidades que un hombre, no mientras existan feminicidios y Estados renuentes a declarar alertas de género, no mientras existan mutilaciones femeninas y no mientras existan hombres con el derecho inherente que les confiere la sociedad para acosar a las mujeres, y si, eso incluye los piropos que la mujer no pide ni agradece, no mientras existan chistes a costillas de la mujer, no mientras la mujer no goce de las mismas oportunidades para desarrollarse en todos los ámbitos que ella decida, no mientras las mujeres sigan sin tener el derecho a vestirse como quieran hacerlo, no mientras el desarrollo de su sexualidad siga siendo tema de conversación y no mientras ellas no siga teniendo el derecho a ejercer esa sexualidad de manera libre, sin culpas y sin señalamientos, no mientras sigamos pensando que el "NO" de una mujer es un si disfrazado.
No hemos llegado a la meta mientras salgamos a la calle y veamos aún mujeres luchando por tener las mismas oportunidades que un hombre, no mientras existan feminicidios y Estados renuentes a declarar alertas de género, no mientras existan mutilaciones femeninas y no mientras existan hombres con el derecho inherente que les confiere la sociedad para acosar a las mujeres, y si, eso incluye los piropos que la mujer no pide ni agradece, no mientras existan chistes a costillas de la mujer, no mientras la mujer no goce de las mismas oportunidades para desarrollarse en todos los ámbitos que ella decida, no mientras las mujeres sigan sin tener el derecho a vestirse como quieran hacerlo, no mientras el desarrollo de su sexualidad siga siendo tema de conversación y no mientras ellas no siga teniendo el derecho a ejercer esa sexualidad de manera libre, sin culpas y sin señalamientos, no mientras sigamos pensando que el "NO" de una mujer es un si disfrazado.
Mientras lo femenino siga siendo sinónimo de burla y
debilidad aún hay lucha que hacer, mientras el hombre tenga que seguir siendo “el
protector” de la mujer aún se tiene que seguir luchando, mientras el hombre
siga siendo el proveedor, el que manda, el que decide, el que estudie y la
mujer tenga que estar en casa más por obligación que por decisión, la lucha por
los derechos de la mujer aún no termina, y sé que muchas mujeres que puedan
leer esto podrán pensar que la lucha está ganada o ver solo los avances que se
tienen en el ambiente que les rodea, abramos los ojos y veamos a todas aquellas
mujeres que aún no gozan de su libertad, aquellas que siguen siendo objeto sexual,
aquellas que tienen limitado su desarrollo “porque así es la vida de las
mujeres”.
Hace algunos días, se hacía viral un vídeo donde se ve
a Alejandro Sanz defender desde el escenario a una mujer que presuntamente era
agredida por su pareja, la mayor parte de las opiniones eran celebrar el acto
del artista que defendió a la mujer; sin embargo también pude leer opiniones en
contra, aquellas opiniones en que están en contra de haber exhibido a la
mujer desde un escenario, aquellas que abogaban porque lo correcto era haberle
brindado la seguridad sin hacerlo público y darle las herramientas para
demandar al agresor. ¿Que necesita la mujer? ¿Protección o herramientas y
políticas que le permitan empoderarse ante una agresión?
También los hombres debemos ser feministas, la mejor
manera de celebrar a la mujer hoy en día, sigue siendo el hablar de sus derechos
y el aprender a comportarnos más seres humanos y menos machos.