Como lograr vencer esta incertidumbre de saber si vendrá, si se aparecerá, si algún día habitará en mí y se adueñara de mis sentidos, de mi sangre y de mi ser, como esperar, como avanzar el tiempo, como hacer para no morir en el intento.
Como andar las calles solo sin su compañía, como vagar sin su recuerdo, como cantar, como interpretar sin su inspiración llenando mi garganta, como escribir más sin su foto frente al cuaderno, como jugar sin compañera de juegos, como soñar sin ella en mis sueños, como avanzar sin ella a mi lado, como crecer sin ella que me aliente, como no caer sin ella que me detenga, como no desfallecer si ella no esta para reanimarme.
Ven y hazme compañía en los atardeceres, toma mi mano y veamos el horizonte, hagamos castillos en el aire, pensemos que será eterno. Quiero que llegues y ahora no pienso si te quedaras o no, quiero que vengas no obstante después de extrañe, ansió ver tu rostro no importa si después miro tu espalda irse lentamente alejándose de mi tan veloz como tardía fue tu llegada, no te prometo serenidad pero me quedara el recuerdo de tu existencia para enterrar, para sentir, para expatriarte de mi cuerpo. Déjame comprobar que existe un sentimiento, que no es reacción del cerebro, aléjame de la química maldita, de la física jodona, aléjame del sabor amargo de tu ausencia, y dame el sabor sublime de tu presencia.
Quiero extrañarte amor inexistente, quiero el sabor de la derrota una vez más, quiero poder pedirle al tiempo que vuelva algún día, quiero probarte, quiero saber que existes, déjame creer que siento, compruébame que este corazón no ha muerto en vida. Dame señales de vida y dame la oportunidad de saberme humano como los demás, de saberme con sangre corriendo por las venas de saberme capaz de amar sin limites ni cordura, no permitas más mi vida sin sentido, no permitas que sienta sin sentirte, no quiero pasar mas días sin conocerte… dame una señal de tu existencia, dame esperanzas para esperarte, para ocupar mi lugar en la sala de espera, y encender un cigarrillo paciente seguro de que vendrás… Si me das un ápice de tu aliento, si me das una esperanza de tu llegada… podré esperar lo que no ha llegado y no morir en el intento…
Como andar las calles solo sin su compañía, como vagar sin su recuerdo, como cantar, como interpretar sin su inspiración llenando mi garganta, como escribir más sin su foto frente al cuaderno, como jugar sin compañera de juegos, como soñar sin ella en mis sueños, como avanzar sin ella a mi lado, como crecer sin ella que me aliente, como no caer sin ella que me detenga, como no desfallecer si ella no esta para reanimarme.
Ven y hazme compañía en los atardeceres, toma mi mano y veamos el horizonte, hagamos castillos en el aire, pensemos que será eterno. Quiero que llegues y ahora no pienso si te quedaras o no, quiero que vengas no obstante después de extrañe, ansió ver tu rostro no importa si después miro tu espalda irse lentamente alejándose de mi tan veloz como tardía fue tu llegada, no te prometo serenidad pero me quedara el recuerdo de tu existencia para enterrar, para sentir, para expatriarte de mi cuerpo. Déjame comprobar que existe un sentimiento, que no es reacción del cerebro, aléjame de la química maldita, de la física jodona, aléjame del sabor amargo de tu ausencia, y dame el sabor sublime de tu presencia.
Quiero extrañarte amor inexistente, quiero el sabor de la derrota una vez más, quiero poder pedirle al tiempo que vuelva algún día, quiero probarte, quiero saber que existes, déjame creer que siento, compruébame que este corazón no ha muerto en vida. Dame señales de vida y dame la oportunidad de saberme humano como los demás, de saberme con sangre corriendo por las venas de saberme capaz de amar sin limites ni cordura, no permitas más mi vida sin sentido, no permitas que sienta sin sentirte, no quiero pasar mas días sin conocerte… dame una señal de tu existencia, dame esperanzas para esperarte, para ocupar mi lugar en la sala de espera, y encender un cigarrillo paciente seguro de que vendrás… Si me das un ápice de tu aliento, si me das una esperanza de tu llegada… podré esperar lo que no ha llegado y no morir en el intento…